«No estoy a la altura», «mis logros son únicamente por una racha de suerte», «temo que descubran que no soy tan inteligente como parezco», son algunos de los pensamientos intrusivos de desconfianza ante méritos propios que se podrían traducir en el padecimiento del Síndrome del Impostor, un patrón psicológico que surgió en los años 70′.